IX Conferencia iberoamericana de educación en enfermería y I encuentro latinoamérica-Europa

inauguración Ágora d’Infermeria, Número 12- Octubre / Diciembre 2007 Entrevista a Mª Paz Mompart GarcíaVicepresidenta de la Región Europea de la Asociación Latinoamericana de Escuelas y Facultades de Enfermería (ADEFE) Silvia Costa Abós: EUE Universidad de Barcelona Mª Paz Mompart es una persona muy reconocida en nuestro país. Sin embargo, debido a su larga trayectoria profesional y alto compromiso con la profesión, puede que no se conozcan algunas de sus contribuciones. Para mi es un honor acercarles hoy, un poco más a esta gran mujer, enfermera y amiga a través de esta entrevista. Nuestro encuentro tuvo lugar en la IX Conferencia Iberoamericana de Educación en Enfermería y I Encuentro Latinoamérica-Europa, celebrado en la ciudad de Toledo y del cual ha sido la Directora del Comité Organizador. De su extenso currículum destacaría que inició su trayectoria como Profesora y primera Directora de la Escuela de ATS de Puerta de Hierro y posterior EUE. Fue Profesora y Directora del Curso de Nivelación de ATS de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Inicia las actividades de la nueva Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia en Toledo, de la UCLM, permaneciendo en el puesto de Directora de ese centro durante ocho años. Actualmente, continúa como Profesora en esa misma Escuela. Socia Fundadora y Presidenta de la Asociación Española de Enfermería Docente (AEED), durante once años. Experta en Gestión de Servicios de Enfermería, autora de múltiples artículos y libros, y Directora Científica de Enfermería S 21. Es Premio Nacional San Juan de Dios a toda su trayectoria profesional. Y, en la Clausura de la Conferencia le fue otorgado el Premio Susana Espino Muñoz, a la excelencia en la docencia de enfermería en el área latinoamericana. Nuestra más sincera felicitación por esa distinción, Mª Paz. Enhorabuena. Mª Paz, tu larga relación con estos países ha propiciado el inicio de unos lazos estrechos con nuestras colegas latinoamericanas, y este encuentro, supone un acontecimiento de primera magnitud, ¿Cuál es tu relación con ALADEFE? Soy la Vicepresidenta de la Región Europea, creada en 1997, para intentar establecer los mejores lazos de cooperación entre Latinoamérica y Europa, especialmente con los dos países que tienen más relación cultural y lingüística, esto es, España y Portugal. En la actualidad, están afiliadas a ALADEFE unas 10 Escuelas españolas y tres portuguesas, número que confiamos crezca en el futuro, para conseguir los fines de relación, cooperación e intercambio.. ¿Cuáles son para ti los retos de la Enfermería Académica en el nuevo escenario de las EEES? Las enfermeras docentes y la enseñanza de la enfermería en general afrontan la construcción del EEES con las mismas expectativas y problemas que otras enseñanzas, entre otros: la adaptación de planes de estudio a nuevos sistemas de aprendizaje; la consideración cada vez más de cerca de las necesidades sociales, económicas, culturales, como base de la enseñanza universitaria, que debe ofrecer profesionales que respondan a esas necesidades; la mejora real de la calidad de la educación, medida en indicadores claros y accesibles, etc. Cabe destacar que, por nuestra formación anterior, las enfermeras nos hallamos probablemente en una situación de desventaja con respecto a la legislación española sobre profesorado universitario, al no haber dispuesto de posibilidades de acceso a doctorados, como sí lo han tenido otras disciplinas. El esfuerzo personal de los docentes en su conjunto en los últimos años ha sido verdaderamente importante y ya hay un cierto número de doctores entre ellos, aunque todavía no alcanzan a cubrir todas las actuales y, sobre todo, las futuras necesidades de profesorado adecuadamente titulado. Ese es un escollo importante que hay que salvar en el inmediato futuro, buscando y proponiendo a las autoridades universitarias soluciones temporales que permitan asegurar la continuidad de la enseñanza de la enfermería por enfermeras bien preparadas, aunque se precisen algunos años para disponer de doctores suficientes. Con respecto a los nuevos Másteres y Doctorados, ¿qué impacto pueden tener con la construcción disciplinar? Es evidente que la posibilidad de alcanzar los más altos niveles de formación en la propia disciplina, hará que ésta disponga de una masa crítica de investigadores que contribuyan a la definición, ampliación y asentamiento del conocimiento disciplinar. Para una ciencia transdisciplinar, en construcción, como es la enfermería, esto es fundamental. Hasta ahora, ha habido, como señalaba antes, un movimiento de las enfermeras, especialmente las docentes, hacia la formación superior de doctorado que sin embargo, al ser obligado hacerla en otras disciplinas podía distorsionar la necesaria orientación hacia el conocimiento enfermero, produciéndose sesgos hacia otros campos: la antropología, la historia, la psicología, etc. Si logramos construir programas de doctorado verdaderamente orientados hacia el conocimiento enfermero, habremos dado, como disciplina, un paso de gigantes, que esperemos se vea reflejado no sólo en la investigación y la enseñanza, sino también en el ejercicio de la profesión. Es decir, confío en que enfermeras mejor formadas sean más útiles, más seguras, más rentables, desde el punto de vista de los cuidados a la población, que en definitiva, es la razón de ser de la disciplina y la profesión enfermera. ¿Cuál es tu opinión con respecto a la mejora de la práctica enfermera tras la obtención de un Máster o de la Especialidad en Enfermería? Aunque se ha tratado de enfrentar dialécticamente estas dos formas de alcanzar destreza y conocimientos, no creo que se deba continuar en esa línea, sino buscar la utilidad de las dos vías. Las especialidades, tal como están definidas en nuestra legislación, son una forma que tiene el sistema sanitario de disponer de enfermeros hábiles en acciones en un campo específico de la atención sanitaria. Tienen, como es evidente, un marco excesivamente laboralizado y algunos problemas en su desarrollo, tales como el profesorado, los costes económicos y personales, la inexistente repercusión laboral. Se han diseñado siguiendo el modelo médico de especialización, cuando la situación es completamente distinta, por citar una sola cuestión, la especialización es una condición para la entrada de los médicos al sistema de salud y para las enfermeras no, ni siquiera supone un puesto de trabajo distinto o un reconocimiento por vía de retribución. Como digo, no creo que las especialidades sean incompatibles con la formación tipo máster. En ella, a través de la Universidad, se puede y debe facilitar una enseñanza que permita alcanzar altos grados de conocimiento y habilidad en temas específicos de la práctica enfermera, en el modelo de máster profesionalizante. Entiendo que la Universidad está en condiciones de diseñar programas que incluyan, si es necesario los campos de práctica adecuados para contribuir a la mejor formación de estos máster “especializados”, que podrían serlo en cualquiera de los ámbitos del ejercicio profesional. En todo caso, en el terreno de la práctica diaria, no veo otra finalidad fundamental a este tipo de formación que el de la mejora de los servicios y cuidados enfermeros. Ya he señalado anteriormente, referido al doctorado, este objetivo, pero es bueno insistir en que realmente, cualquier formación, tanto la básica de grado como los postgrados, máster o especialización, deben pretender mejorar no sólo el conocimiento, sino, sobre todo, la práctica enfermera, sus resultados y su imagen ante la sociedad, por añadidura. Aunque sea a modo de pincelada, ya que nos quedan temas a tratar, tenemos una valiosa opinión que nos puede llevar a la reflexión sobre el futuro de las enfermeras. Agradecemos la buena disposición de Mª Paz para responder a estas preguntas, sacando tiempo de donde no lo había. Muchas gracias y acabo citando a la Sra. Collière: "Cada vez somos más los que creemos que una profesión no se enseña, se comunica".
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